Thursday, September 20, 2007

...la confianza que se genera entre dos desconocidos es la más exquisita sensación.

No sé por qué no me di vuelta.
Otra mentira!...toy ocupando parte de mi 2%
No me di vuelta porque no quería que pensara que todo lo que había dicho era mentira y que la verdad era que yo le correspondía.
Por eso no lo hice.
Y no me arrepiento.
Pero sí me arrepiento de no haberle dado un abrazo más fuerte.
De no repetirle mil veces que adoré vivir con él esa tarde. Que de verdad no hubiese querido estar en ninguna otra parte.
Que el paseo en bicicleta fue lo máximo.
Que realmente volé. Y pude reencontrarme con esa magia que pensaba perdida.
Que me enseñó un montón de cosas en una tarde. Frases y lecciones que repetiré mil veces.
::::
Le conté sobre mi confusión.
Le conté que desde hace unos días no podía sacar de mi cabeza a A.
...Me hacía preguntas sobre él como si fuera...como si nuestros encuentros fueran importantes.
Ja!
Que desilución.
Tanto me preguntaba que hasta yo me creí que A se estaba convirtiendo en algo.
Que ilusa yo también...
La última vez que lo hizo volabamos en su bici...asi que le grité. Le tuve que gritar que no lo nombrara más. Porque la confusión podía incrementar.

Volabamos en esa bicicleta que se veía débil. Yo miraba el cielo, pero las ramas de los árboles me lo ocultaban. Era nuestro juego. Mi juego.
_Sabes los que nos faltó?
-Ah?
_Te preguntó que si sabes que nos faltó?
-Qué?
_Música, le respondí. Con un poco de música hubiese estado más perfecto aún.
No me dijo nada. Yo no lo miraba. El seguía pedaleando. Yo no lo miraba y la verdad que a penas me movía. Me causaba terror que nos cayeramos y nos atropellaran.
-Eva?
_Dime
-Eres increible!
Solté una carcajada idiota, porque no sabía qué decir.
Qué iba a decir?
Qué hubieras dicho tú?
Solté la misma carcajada en cada momento en que me sentí bien.
..Y al final...
Cuando el día terminó en la puerta de la última estación. Pero que para mí fue la primera.
Me despedi con un abrazo.
Lo abracé mientras él seguía sobre su bicicleta.
Bajé las escaleras.
Y no voltee.
No voltee...